Cae Sansón con todos los Filisteos

 Eduardo Dargent

http://www.esahora.pe/cae-sanson-con-todos-los-filisteos/

Aunque incrédulo, reconocí como un modesto avance la decisión del Sodalicio de prometer una limpieza de casa recogida en un comunicado emitido días después de explotar el escándalo por abusos sexuales, físicos y psicológicos en la organización. Si bien no se decía nada sobre expulsar a Luis Fernando Figari, era lo más cercano a un quiebre con su fundador, y se prometía la conformación de una Comisión Ad Hoc. Un tono distinto al silencio cómplice, encubridor, de todos estos años. Estas semanas, sin embargo, han vuelto a la política del silencio. No diré que me sorprende, pero sí que es indignante y no hace más que confirmar que se debe redoblar el pedido externo de exigir justicia.

¿Por qué este retroceso? En parte por la cultura de obediencia que dificulta a sus líderes a romper con su fundador. Pero considero que la principal razón, como apunta La República en un reportaje este domingo, es porque la caída de Figari y la creación de una Comisión independiente, representarían una bomba nuclear para la organización.  “Dentro del Sodalicio se maneja la tesis de que si Luis Figari cae, es decir, si es expulsado y recluido en alguna casa de retiro, toda la cúpula de la organización, por cuyos ojos se cometieron las atrocidades denunciadas, caería con él. Hablamos, en términos legales, del delito de encubrimiento cometido por más de una cabeza sodálite, incluidos sacerdotes”. Es más, se señala que según fuentes de la organización un personaje cercano a Figari habría  “llamado a presionar y amenazar a gritos a los miembros del Consejo Directivo del Sodalicio” (…) cuando la expulsión de Figari estaba ya aprobada”.

Hay en el libro “Mitad Monjes, Mitad Soldados”, elementos sobre el poder de chantaje de Figari y la dificultad para la actual jerarquía de romper con él. He discutido varias de estas hipótesis con algunos ex sodalites en estos días y confirman la teoría de La República. Razones para proteger al Fundador son:

• Los testimonios apuntan a que se hicieron llegar denuncias sobre los líderes a otros miembros de la cúpula y éstas fueron pasadas por agua tibia. Si las víctimas del libro hablan ante la justicia o una comisión, hay varios fundadores, sacerdotes e “hijos predilectos” que cargarán con la responsabilidad, cuando menos, de permitir por omisión los abusos. ¿Por qué dejaron a un par de predadores actuar impunemente? Una pregunta que puede abrir la puerta incluso a descubrir nuevos predadores.
• Asimismo, el libro muestra un patrón de acción, donde tras abundante trabajo de debilitamiento espiritual se hacían avances sexuales, para solo proceder cuando había seguridad de que la víctima no reaccionaría. Un patrón, al parecer, luego replicado por “mandos medios”, lo que sugiere estaríamos ante mucho más que casos aislados. Una comisión independiente podría consultar a aquellos que sí mantuvieron posiciones cercanas a Figari y Doig, como sus secretarios personales, para conocer nuevos casos de víctimas y victimarios.
• Se menciona varias veces la obligación de todo sodálite  de escribir a puño y letra una suerte de biografía, un cuaderno de confesión, donde debían señalar sus pecados y pensamientos “impuros”. Esos cuadernos eran guardados por los líderes, específicamente por Figari. ¿Qué contienen los cuadernos sobre los actuales miembros de la organización que puede ser usado en su contra? ¿Quién los tiene? Las autoridades deberían recuperar los cuadernos y devolverlos a sus autores para eliminar todo atisbo de chantaje.
• Finalmente, el caso de Jeffrey Daniels es escandaloso. Un sujeto que iba por Lima recogiendo adolescentes en una camioneta, un reclutador de la organización, que habría sido sancionado por Figari y Doig con una simple reclusión en San Bartolo por sus abusos a menores. No se le denunció, ni se alertó a los padres de todos los niños que pasaron por los grupos que dirigía. Ese caso da para una investigación profunda sobre los que participaron en el encubrimiento, pues los indicios indican que hablamos de muchas vejaciones durante un tiempo extendido.

En resumen, el colapso de Figari y la creación de una verdadera comisión independiente pueden causar la caída de muchos líderes poderosos y carismáticos de la organización que hoy guardan silencio. Y se abre la puerta a nuevos escándalos y posibles compensaciones económicas. Hay poderosas razones, entonces, para que el Sodalicio no haga lo prometido y continúe su cobarde estrategia de silencio. Por ello, hay que ejercer presión sobre la cúpula del sodalicio, que sepan que los costos morales y económicos de no decir nada son mayores que defender a Figari. Hacerlos entender que si no dejan caer a Figari y su entorno, caerán con él.